De vuelta a un Paris depresivo.

Como cuesta volver de vacaciones!! Aunque éstas hayan durado tan solo una semana, el efecto vuelta a la rutina no deja de ser un tanto traumatico. Y lo digo con conocimiento de causa. El tiempo no ayuda y el jet lag, tampoco. El primero, en Paris, es harto previsible. Cuando uno espera algo de sol, se encuentra con ese gris que domina la ciudad la mayor parte del año. Incluso en Julio, los dias son un poco grises, lo que es de nota.

El vuelo desde Montréal sin mayor historia, a no ser por la dicharachera compañera de asiento. Una chica bien, que venia de cantar unos dias en Quebec, por aquello del 400 aniversario de la ciudad. No sabria como describirla. Parecia una secretaria 'listilla', con sus gafas minusculas, pero con un cuerpo bastante agradable. También con un don de gentes nada despreciable. Una chica llamada al éxito social.

El servicio de vuelo, fatal. Parecia como si el steward también volviera de vacaciones. Eso dejaba ver su piel superbronceada. No se si fue la mala suerte o que estaba medio dormido, pero el café termino encima de mi pantalon blanco Shott. Ni una mirada por su parte. Qué malo el tio.

Sobre los crios en los aviones no voy a hablar. El asunto me pone de mal humor. Mas bien, habria que dedicar un capitulo a los padres que suben a un avion a un crio de menos de un año y no le preparan para el evento. El resultado, la mayoria de las veces, es catastrofico: ataques de histeria, lloros por doquier....

En un año , vuelvo a Montréal, lo prometo.