Francia y los toros.

Se que este post no va a gustar a las bordes de Rossy de Palma y Victoria Abril, que, aparte de actrices de segunda, se distinguen por una defensa a ultranza de la anti tauromaquia. Como la Alaska, que hace unos meses nos presento unos montajes de dudoso gusto, donde aparecia con unos dardos sobre la espalda y embutida en sangre. Lo de embutido también va por las formas de la muchacha.

Bueno, aparte de descalificaciones gratuitas, que no vienen a cuento, lo de la fiesta de los toros y Francia va a convertirse en un folleton este verano. Sobre todo, por la prohibicion de dos festejos taurinos en los que iba a participar un crio de 10 años, que uno no sabe muy bien qué tiene de gracia torear a esa edad, cuando podria estar jugando con chicos de su edad al escondite inglés o la gameboy.

Francia tiene una tradicion taurina un tanto peculiar. La fiesta solo se celebra en las plazas del sur, algunas con bastante renombre como la de Nimes o la de Arlés, donde incluso han recibido la alternativa algunos toreros españoles. Sin embargo, los franceses son profundamente antitaurinos, claro, les parece mas humano cortar la cabeza a un ser humano que lidiar con un toro. Lo primero lo hicieron durante siglos, hasta que se prohibio en el 77. Ahora la Bardot y semejantes gritan escandalizados ante los derechos de los animales. Estos no se pueden manifestar si sufren o no. Digo yo que no se les puede preguntar y, si se pudiera, creo que preferirian una muerte asi, a la de un simple matadero, donde se les corta el pescuezo y sufren una agonia durante unos interminables minutos. Entre una muerte y otra, la cosa no tiene color.

Me temo que pronto se prohibiran los toros en Francia, de una forma muy sutil. Se procurara a los animales una tarjeta de residencia y derechos laborales, todo muy al estilo francés. Si no, al tiempo.