De infarto.

Aqui ,en Francia, las elecciones generales en España dentro de tres semanas importan un comino. Tal vez sea porque las municipales francesas estan mas que decididas. La derecha seguira en la oposicion en el ayuntamiento de Paris e, incluso, pueden perder la alcaldia de Toulouse, algo inaudito. Todo ello debido a la caida en la popularidad del presidente, que se comporta como un superman anclado por la triptonita. Se mueve mucho, pero no sabe muy bien en qué direccion.

En España, el problema es diferente. A Zapatero le han empezado a crecer los enanos en las ultimas semanas. La desaceleracion de la economia es un hecho (no la recesion, como apuntan algunos) y la gestion de algunos ministros deja mucho que desear, en lo publico (Maleni Alvarez y sus interminables obras) y en lo privado (Bermejo y la dignidad de su reforma de 250000 Euros en un piso del patrimonio del Estado). Desgraciadamente los socialistas no han sabido vender sus logros y ,por el contrario, se han mostrado muy torpes con sus fracasos. El presidente ha sido muy ingenuo con la actuacion de la Alvarez, probablemente una de las ministras mas incompetentes y zafias de la historia de España. Las obras de la alta velocidad a Barcelona han sido un lastre para la imagen del gobierno y la prepotencia y la chuleria de la ministra han acabado por hartar a una buena parte de los catalanes. La alta velocidad llegara a Barcelona el 20 de Febrero, pero ya no sera lo mismo. Un buen cese a tiempo hubiera sido , pero ya es tarde para lamentarse.

Mientras, las encuestras pronostican un empate técnico, que irremediablemente conducira a la victoria del outsider, por aquello de que va remontando. No soy muy optimista.