Riga
Quiero dejar salir mi voz
Y que diga lo que tenga que decir
Quiero gritar que tambin yo
S curarme las heridas de vivir.
Y sigo tirando de viejos recuerdos
No puedo esperar, nunca pasa nada
Fantasmas que marcaron algunos momentos
Y ahora no se si tienen alma.
Pero yo se curarme las heridas
Aprendi a andar en un suelo cubierto de canicas
Y de pie seguir sobre mi vida
Aprendi a andar un camino de arenas movedizas.
A lo lejos estoy yo
Y que digan lo que tengan que decir
Siempre lo fui y entiendo hoy
Que mis medios y mi fin es lo que soy.
Enciendo cerillas que alumbran mis pasos
Mas luz para qu, siempre voy a ciegas
Camino con cuidado entre nudos y lazos
Cansada de andar desatando.
Pero yo s curarme las heridas
Aprendi a andar en un suelo cubierto de canicas
Y de pie seguir sobre mi vida
Aprendi a andar un camino de arenas movedizas.
Pero yo se curarme las heridas
Aprend a andar
Pero yo se curarme las heridas
Aprendi a andar en un suelo cubierto de canicas
Y de pie seguir sobre mi vida
Aprendi a andar un camino de arenas movedizas.
Suelo de Canicas, Ella Baila sola, 1998
La excusa del viaje a Riga era seguir el Europeo de baloncesto. Luego, los acontecimientos se precipitaron y el viaje se convirtio en una viaje iniciatico que no se donde me llevara, pero que, desde luego, no tiene camino de vuelta. Asi lo he decidido.
El viaje comenzo accidentado. No podia ser menos. El stress que crei haber dejado atras entro en el A321 de AirFrance en forma de porrero holandes. Yo sabia de la aficion de los holandeses por los porros y los estupefacientes varios, pero ese afan de infringir las normas escritas y sabidas de antemano, me era completamente desconocido. El sujeto, que venia del sur de Francia, entro en los toilettes del avion para fumarse un canuto y, como era de esperar, la alarma anti incendio hizo su trabajo. Llamada a la policia y desembarco del sujeto fueron todo uno, pero ya habiamos perdido casi media hora. Y yo me empezaba a lamentar por no haber tomado el vuelo de la KLM de una hora antes.
Llegamos a Schipol justo a la hora indicada y sin problemas tome el vuelo a Riga.
Lo primero que me sorprendio a la llegada fue que, aun a las doce y media de la noche, al dia le costaba partir. La noche no era completamente cerrada y algunos destellos de claridad se podian divisar en el horizonte. Pense que Riga esta bastante el norte, pero no me esperaba algo asi. El hotel era agradable y bastante confortable, en comparacion con algun hotel de paso que frecuente hace tiempo en Sofia, por ejemplo.
Al dia siguiente, paseo por la ciudad y primera sorpresa. En comparacion con otras capitales del Este, Riga esta muy bien conservada, con bastante gusto. Me encuentro con Oscar por la tarde antes del partido contra Italia. Le expreso mis dudas sobre la seleccion y la Valdemoro. El responde que si, pero sin mucho convencimiento.
Al diga siguiente, los compatriotas de Loulou aparecen en el hotel. Los compatriotas de Loulou son peor que las setas en el otoño, te los puedes encontrar en el asiento de al lado en un vuelo Buenos Aires Ushuaia o en un hotel de Riga, alejado del centro. No le falta razon a Loulou cuando dice que siempre hay uno de sus compatriotas en cualquier acto que se precie.
Los compatriotas de Loulou estaban stresados ese dia, tal vez porque todavia el equipo no habia hecho el partido malo de cuartos que se empecina en repetir una y otra vez. Por la tarde, Francia realiza un partido malo, pero pasa a semifinales gracias a su fe en la victoria... y a un poco de suerte tambien. El dia da para mucho en Riga y el paseo por la noche letona aun mas, aunque hay pocos bares y muchas chicas con talones de infarto y minifaldas tipo cinturon. Los tios parecen son rubios o castaños claros, pero sin esa tendencia a la musculacion exacerbada que uno observa en la republica checa.
De camino de vuelta al hotel, nuevamente la noche a medias me sorprende. Es bastante perturbante no contar con un noche completamente cerrada.
El viernes en Riga fue un viernes de pasion, pero que termino en drama deportivo. España no pudo con Rusia por enesima vez y se tuvo que conformar con la lucha por la medalla de bronce. Pasion por el peregrinaje al unico bar de ambiente de toda Letonia. Parecia una discoteca de provincias, aunque solo por el portero hubiera merecido la pena quedarse toda la noche.
La clientela del bar, no del todo mal, aunque hay camino por recorrer en Letonia en la aceptacion de ciertos hechos. Por poner un ejemplo, para entrar al bar habia que llamar al timbre y casi enseñar la patita, como en el cuento del lobo y las cabritas.
El viaje a Riga termino con una noche de tertulia de baloncesto, hablando de lo divino y de lo humano, de la Valdemoro y alguna otra, del proyecto del blog de la Edwards, ese personaje que he creado en ciertos blogs para hablar de baloncesto y de la vida en general, que es corta y tiene sinsabores y alegrias por partidas iguales. Es agradable coincidir con otras personas que tienen una mismo hobby, el de escribir sobre baloncesto y vivirlo, y pasar al mismo desapercibido en una ciudad del norte de Europa, meditando sobre donde va uno y que direcciones se han de tomar en la vida.