La poste : un ejercicio de masoquismo en el siglo XXI.
Sabado por la mañana y visita a la poste para recoger algo de correo. Son las ocho y media de la mañana y apenas hay gente en la oficina de Las Lilas. Dos señores de edad avanzada esperan su turno delante de mi, hablando chascarrillos sobre DSK u Hollande, que cae bien a todo el mundo, aunque los franceses ven que adolece de caracter. Yo me digo que aguanto bien a Segolene durante mucho tiempo y que eso es un merito, porque la mujer tiene su cuajo tambien. Hollande quiere ser como Mitterrand, pero no le veo sacando la famosa frase en el debate del 81 contra Guiscard que desarmo a este para siempre y que tantos franceses conservan en su retina.
Yo busco la fotocopiadora. Planeo una traicion: cambiar de banco despues de 11 años fiel al banco de correos, a filas interminables, a señoras que pasan delante de uno y piden sellos de coleccion, que uno normal no le sirve y piden muestras hasta casi saciarse, a tantos y tantos detalles como este que colman la paciencia del mas pintado y tambien, por que no decirlo abiertamente, a señores que enseñan su tarjeta de antiguo combatiente de las innumerables guerras en las que ha participado Francia y a los que hay que dejar pasar sin rechistar, so pena de recibir una multa. Yo les dejo pasar sin rechistar, pero cuando viene la tipica señora con sobrepeso y que enseña su cartilla de 'handicapee' pongo mala cara, aunque se me trate de insolidario, mas si cabe cuando llevo veinte minutos esperando. Si, señores y señoras, la obesidad es una enfermedad, pero en España, durante mucho tiempo, no vi a nadie prevalecer este derecho sobre el de los demas en un edificio publico.
Luego estan todos aquellos que tienen a sus familias lejos y que quieren enviar remesas a sus seres queridos o los que van a pagar factura en mano, que no hacen si no retrasar a los demas. Y digo yo: no se pueden pagar las facturas por internet o por un simple recibo? De seguido, me doy cuenta que hay gente con el llamado 'interdit bancaire' y tantas y tantas situaciones que al comun de los mortales nos parecen ciencia ficcion. Basicamente, es un banco social. Algo asi como la caja postal en su momento en España.
Once años son suficientes como para contar anecdotas una y mil veces. Hay gente que pierde la paciencia y las formas, como aquel dia lejano en que un alterado casi llega a las manos con una 'clerk' delante de mi y la señora tuvo que ejercer su 'droit de retrait' que a los efectos es que no podia seguir desempeñando sus funciones con normalidad. Y hay otras veces en las que la risa te embarga casi sin querer, como cuando iba a la oficina en Faidherbe y me encontraba con esa mujer siempre sonriente, rondando los cincuenta, presta a ayudar, que no ahorraba en buenos gestos y maneras, y que me hacia pequeños guiños a causa de mi acento, siempre imperfecto, nunca depurado del todo.
Despues de todo este tiempo, tal vez eche de menos este ajetreo y estas anecdotas. Pasar a un banco profesional en toda linea tiene estos pequeños inconvenientes.
Yo busco la fotocopiadora. Planeo una traicion: cambiar de banco despues de 11 años fiel al banco de correos, a filas interminables, a señoras que pasan delante de uno y piden sellos de coleccion, que uno normal no le sirve y piden muestras hasta casi saciarse, a tantos y tantos detalles como este que colman la paciencia del mas pintado y tambien, por que no decirlo abiertamente, a señores que enseñan su tarjeta de antiguo combatiente de las innumerables guerras en las que ha participado Francia y a los que hay que dejar pasar sin rechistar, so pena de recibir una multa. Yo les dejo pasar sin rechistar, pero cuando viene la tipica señora con sobrepeso y que enseña su cartilla de 'handicapee' pongo mala cara, aunque se me trate de insolidario, mas si cabe cuando llevo veinte minutos esperando. Si, señores y señoras, la obesidad es una enfermedad, pero en España, durante mucho tiempo, no vi a nadie prevalecer este derecho sobre el de los demas en un edificio publico.
Luego estan todos aquellos que tienen a sus familias lejos y que quieren enviar remesas a sus seres queridos o los que van a pagar factura en mano, que no hacen si no retrasar a los demas. Y digo yo: no se pueden pagar las facturas por internet o por un simple recibo? De seguido, me doy cuenta que hay gente con el llamado 'interdit bancaire' y tantas y tantas situaciones que al comun de los mortales nos parecen ciencia ficcion. Basicamente, es un banco social. Algo asi como la caja postal en su momento en España.
Once años son suficientes como para contar anecdotas una y mil veces. Hay gente que pierde la paciencia y las formas, como aquel dia lejano en que un alterado casi llega a las manos con una 'clerk' delante de mi y la señora tuvo que ejercer su 'droit de retrait' que a los efectos es que no podia seguir desempeñando sus funciones con normalidad. Y hay otras veces en las que la risa te embarga casi sin querer, como cuando iba a la oficina en Faidherbe y me encontraba con esa mujer siempre sonriente, rondando los cincuenta, presta a ayudar, que no ahorraba en buenos gestos y maneras, y que me hacia pequeños guiños a causa de mi acento, siempre imperfecto, nunca depurado del todo.
Despues de todo este tiempo, tal vez eche de menos este ajetreo y estas anecdotas. Pasar a un banco profesional en toda linea tiene estos pequeños inconvenientes.
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