Diez años
Busco en la noche en
cada estrella tu reflejo,
mas todo esto no me basta
ahora debo.... Entre tu y mil mares, Laura Pausini.
Si, quien me lo iba a decir cuando hice los bartulos hace una decada desde mi adorada Alcala para aterrizar en territorio Galo; es una realidad, han pasado diez años. Aun recuerdo aquel autobus que me llevo a Burdeos, medio vacio y con una cancion de Laura Pausini retumbando en mis oidos saliendo de la M 30. 'Entre tu y mil mares', como no me iba a acordar. Habia hecho el mismo trayecto un par de veces el año anterior y en este llegue a territorio conocido. Y lo seguiria haciendo unas cuantas veces mas, hasta que decidi que el avion era un a manera mas rapida de llegar, aunque no tan romantica.
Una vez pasada la frontera, Francia te recibe con puentes que se colorean por la noche y carreteras despejadas. Luego todo es burocracia y orden, fuera del vuelva usted mañana imperante en tierras iberas. Tal vez fue eso lo que me engancho y que me tiene todavia amarrado al pais de Asterix.
Despues llego ese aterrizaje forzoso en Argenteuil a mediados de Febrero del 2001. Cuento como anecdota que yo naci en Madrid accidentalmente un jueves de Enero del año anterior a la muerte del dictador; cuarenta y ocho horas despues, o tal vez fueran menos, un trotamundos toledano y una madrileña de interior, salian rumbo a complutum con un vastago de mas de cinco kilos y medio entre los brazos; fue algo asi como una patada de la capital, la primera, y mi sino: naci arrabalero. Pues bien, lo de Argenteuil, fue la segunda patada capitalina de mi vida. Despues de buscar un piso en Paris, me di cuenta que lo mejor seria buscar en las afueras, que no me eran extrañas y aterrice en la que otrora fue musa de los impresionistas, con sus puentes y sus flores, aunque de aquello quedaba mas bien poco. Argenteuil se habia convertido en una ciudad sin forma y con una extraña mezcla de arrabal y edificios deformes. Los impresionistas solo reconocerian el Sena si volvieran a Argenteuil y poco podrian pintar esta vez, puesto que ni tan siquiera la luz seria la misma.
El primer verano , el del 2001, fue el verano del aclimatamiento. No soportaba la humedad, ni las frases de los compañeros preguntandome por las siestas; viajar en los trenes cochambrosos de la banlieu era un ejercicio de masoquismo del mas rancio y pura necesidad tambien. Me llamaban la atencion los dias cubiertos en pleno mes de agosto, algo que no habia visto en mi vida y aquella primera fete de la musique, en medio de la semana, que no acabe muy bien de entender: habia musicos por todos lados, algunos me recordaban a Maria Jesus , los pajaritos y su acordeon, y la gente se lo pasaba bien ignorante o no del dia de mañana , que no era precisamente festivo. El catorce de Julio, llovio, como no podia ser de otra manera, pero aun asi hubo fuegos artificiales, que no presencie por una cuestion de rebeldia y por no pertenecer a la manada. Nunca me he sentido muy identificado con la republique y sus simbolos.
Un año despues llego Paris y ese apartamento en Faubourg Saint Antoine y la aparicion de coloc una tarde de Julio del 2002. La cosa no podia durar y no duro, y en tres meses, lo que dura un preaviso , ya estaba con los bartulos en otro sitio, a unos quinientos metros, tomando la rue Faidherbe hacia arriba.
Y los amigos , el diabolico, puebla, el cantabro feliz, caballero castellano, mi genuino representante de huelva, Loulou ....y el descubrimiento de los antros parisinos mas o menos felices llegaron despues, junto con el destierro en medio de la nada y el padecimiento de los RER y sus famosos cambios de conductores en Nanterre, haciendo y corrigiendo programas informaticos que hablaban de piezas de coches y vehiculos de toda clase y condicion.
Los cheques y sus viajes pusieron el punto y final a esos cuatro años, tres meses y doce dias de infame infortunio profesional y personal. Ya nada volveria a ser lo mismo. Los vientos de cambio me llevaron a Montreal, Toronto, Vancouver, Hawaii, NYC y San Francisco, que es una ciudad iman, punto y partida. Viajar es algo mas que un intercambio, es una busqueda constante de hacerse mejor.
Para terminar, la tercera patada capitalina llegaria en forma de flor. No penseis que es el mito de Narciso, no. Tras busquedas infructuosas de alojamiento de nuevo en la ciudad del amor, aterrice en la ciudad de las Lilas, donde hasta las papeleras tienen bolsa con identico color, lila, pero donde hay pocos jardines que realzen el nombre de la ciudad. Y aqui sigo....
Diez años despues pienso ser esencialmente el mismo, aunque sin esa dosis de inocencia del recien llegado. Diez años despues a hoy escribire algo distinto, seguramente, pero estos primeros diez años dejan una huella que perdurara en mi memoria.
cada estrella tu reflejo,
mas todo esto no me basta
ahora debo.... Entre tu y mil mares, Laura Pausini.
Si, quien me lo iba a decir cuando hice los bartulos hace una decada desde mi adorada Alcala para aterrizar en territorio Galo; es una realidad, han pasado diez años. Aun recuerdo aquel autobus que me llevo a Burdeos, medio vacio y con una cancion de Laura Pausini retumbando en mis oidos saliendo de la M 30. 'Entre tu y mil mares', como no me iba a acordar. Habia hecho el mismo trayecto un par de veces el año anterior y en este llegue a territorio conocido. Y lo seguiria haciendo unas cuantas veces mas, hasta que decidi que el avion era un a manera mas rapida de llegar, aunque no tan romantica.
Una vez pasada la frontera, Francia te recibe con puentes que se colorean por la noche y carreteras despejadas. Luego todo es burocracia y orden, fuera del vuelva usted mañana imperante en tierras iberas. Tal vez fue eso lo que me engancho y que me tiene todavia amarrado al pais de Asterix.
Despues llego ese aterrizaje forzoso en Argenteuil a mediados de Febrero del 2001. Cuento como anecdota que yo naci en Madrid accidentalmente un jueves de Enero del año anterior a la muerte del dictador; cuarenta y ocho horas despues, o tal vez fueran menos, un trotamundos toledano y una madrileña de interior, salian rumbo a complutum con un vastago de mas de cinco kilos y medio entre los brazos; fue algo asi como una patada de la capital, la primera, y mi sino: naci arrabalero. Pues bien, lo de Argenteuil, fue la segunda patada capitalina de mi vida. Despues de buscar un piso en Paris, me di cuenta que lo mejor seria buscar en las afueras, que no me eran extrañas y aterrice en la que otrora fue musa de los impresionistas, con sus puentes y sus flores, aunque de aquello quedaba mas bien poco. Argenteuil se habia convertido en una ciudad sin forma y con una extraña mezcla de arrabal y edificios deformes. Los impresionistas solo reconocerian el Sena si volvieran a Argenteuil y poco podrian pintar esta vez, puesto que ni tan siquiera la luz seria la misma.
El primer verano , el del 2001, fue el verano del aclimatamiento. No soportaba la humedad, ni las frases de los compañeros preguntandome por las siestas; viajar en los trenes cochambrosos de la banlieu era un ejercicio de masoquismo del mas rancio y pura necesidad tambien. Me llamaban la atencion los dias cubiertos en pleno mes de agosto, algo que no habia visto en mi vida y aquella primera fete de la musique, en medio de la semana, que no acabe muy bien de entender: habia musicos por todos lados, algunos me recordaban a Maria Jesus , los pajaritos y su acordeon, y la gente se lo pasaba bien ignorante o no del dia de mañana , que no era precisamente festivo. El catorce de Julio, llovio, como no podia ser de otra manera, pero aun asi hubo fuegos artificiales, que no presencie por una cuestion de rebeldia y por no pertenecer a la manada. Nunca me he sentido muy identificado con la republique y sus simbolos.
Un año despues llego Paris y ese apartamento en Faubourg Saint Antoine y la aparicion de coloc una tarde de Julio del 2002. La cosa no podia durar y no duro, y en tres meses, lo que dura un preaviso , ya estaba con los bartulos en otro sitio, a unos quinientos metros, tomando la rue Faidherbe hacia arriba.
Y los amigos , el diabolico, puebla, el cantabro feliz, caballero castellano, mi genuino representante de huelva, Loulou ....y el descubrimiento de los antros parisinos mas o menos felices llegaron despues, junto con el destierro en medio de la nada y el padecimiento de los RER y sus famosos cambios de conductores en Nanterre, haciendo y corrigiendo programas informaticos que hablaban de piezas de coches y vehiculos de toda clase y condicion.
Los cheques y sus viajes pusieron el punto y final a esos cuatro años, tres meses y doce dias de infame infortunio profesional y personal. Ya nada volveria a ser lo mismo. Los vientos de cambio me llevaron a Montreal, Toronto, Vancouver, Hawaii, NYC y San Francisco, que es una ciudad iman, punto y partida. Viajar es algo mas que un intercambio, es una busqueda constante de hacerse mejor.
Para terminar, la tercera patada capitalina llegaria en forma de flor. No penseis que es el mito de Narciso, no. Tras busquedas infructuosas de alojamiento de nuevo en la ciudad del amor, aterrice en la ciudad de las Lilas, donde hasta las papeleras tienen bolsa con identico color, lila, pero donde hay pocos jardines que realzen el nombre de la ciudad. Y aqui sigo....
Diez años despues pienso ser esencialmente el mismo, aunque sin esa dosis de inocencia del recien llegado. Diez años despues a hoy escribire algo distinto, seguramente, pero estos primeros diez años dejan una huella que perdurara en mi memoria.
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