Tuesday, May 01, 2012

Los seres imperfectos.

Roberto queria impresionar aquel dia al resto de sus compañeros. Era el primer dia de instituto. Ese dia habia buscado en el armario de su hermano algo original, algo que le distinguiria aquel dia del resto de sus futuros compañeros. Vio una muñequera de tenis que su hermano habia abandonado hacia tiempo. No dudo un momento y la tomo prestada, a escondidas, con un sentimiento de culpa no disimulado. Penso que la devolveria ese mismo dia, sin que su hermano se apercibiera de nada. La cita era a las diez en la puerta del centro, nuevo, pretendidamente equipado igual que cualquier otro del extraradio madrileño.

Roberto se habia dado cita con un antiguo compañero de colegio, Miguel. en la esquina de la libreria Pardo, toda una institucion en la ciudad. Ambos se habian conocido pocos años atras, pero a uno y otro habian tenido poca relacion durante el año anterior. Apenas unos bolos de balonmano en el colegio. Ni tan siquiera en el viaje de fin de curso de unos meses atras habia solidificado una amistad que en unos meses se tornaria en rivalidad pueril. Aquella cita, un dia de finales de Septiembre, no era mas que una cita de necesidad. Uno y otro no conocian a nadie en ese centro.

- Vamos, llegamos con la hora justa, exclamo Roberto, algo estresado por el dia.

Su compañero no se percato de la muñequera.

La reina del Salon.

'Las palabras que se cruzan por el aire, vuelan, entorno a ti, entorno a ti, y las risas que se mueven en las bocas de la gente, son para ti, son para ti, el ambiente se llena de envidia, cerca envidia, que te envuelve a ti; entre olor a cuadros de carton , aparecio la reina del salon, que siempre da la mano sin mirar, que siempre da la espalda. Los pestillos se han cerrado, alguien ha conspirado, detras de ti, detras de ti, los visillos se han manchado....' Magenta, 'La reina del salon', 1985